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Still loving you

15/4/09

La paciencia no es mi fuerte, creo que eso es algo que sabe todo el mundo.
"Todo lo contrario" tampoco es mi fuerte.
Probablemente hace unos meses si hubiese sido acertado decir que era una persona muy cerebral, ahora también lo soy no nos vayamos a pensar, pero los impulsos han tomado mucha ventaja a todo lo demás.
Sé que hace tiempo que no escribo, pero... realmente no tenía nada que decir, hoy tampoco, pero quería dejar esto...

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.

Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.

Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?

Jaime Sabines [Te quiero a las 10 de la mañana]

y... esto...

"cuando una mierda es una mierda..."

y dejar clara una cosa... cada día entiendo menos.

Así que con esto y un bizcocho... me voy con la música a otra parte.
A divertirse, que puede salir gratis y todo!




-- Todo lo que quería saber sobre ti se ha evaporado. --



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