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Come true?

28/8/10


Duermes, con la cabeza reclinada sobre sus brazos. Con la luz de la calle filtrándose rendija a rendija por la ventana y reflejándose en el techo. No hay tictac digital, pero el tiempo sigue su curso. Y respiras, al ritmo de su respiración, flojo, por debajo de sus exhalaciones. Para adormecerte. Para convencerte. No hay un lugar mejor al que tú te fueras, y no tienes hogar al que regresar. La habitación tiene el aire encapsulado, cálido y húmedo, que rebaña las paredes. Una mezcla de olores difusos hablan de los inicios y de los finales, pero omiten el intermedio y los preliminares. Un latido? Si, sonó un latido, guardas tanto silencio que escuchas la sangre que recorre tus arterias. Te concentras en el aire que pasea en tus pulmones, intentas controlarlo. Pero inmóvil, permaneces centrándote en lo que debes, su respiración. Los parpados empiezan a pesar. Se habrá dormido ya? Cuentas la profundidad de cada aspiración y te metes en la paz que sobresale de su cuerpo. Cierras los ojos un segundo. Inmediatamente los abres, y lentamente, vas dibujando el esbozo que tienes del techo. Luces de coches que se pasean, las farolas, los semáforos... Los ojos vuelven a caer. Esta vez permanecen quietos. Cerrados.
Te ves en un croma blanco, que se dibuja. Es un sueño. A carbón. Tus recuerdos dibujan un lugar conocido, que no puedes reconocer. Alguien grita tu nombre. Respondes a la voz aunque no le pones cara. A lo lejos, alguien corre hacia ti. Fuerzas la vista para aclarar la imagen. Mientras el carbón se convierte en una calle, con su gente, sin cara ni voz, que pasan a tu lado, con su vida, con sus cosas. Vuelven a gritar tu nombre, y está vez más cercana, la voz suelta una carcajada. Y pese a no saber quién es, te inspira confianza.

- Siento llegar tarde.
- No pasa nada. - De repente, estás en un núcleo que no es tuyo pero que sabes cómo seguir.

Tu y la voz seguís hablando por un rato, de nada, de absolutamente nada. Pero el paisaje va cambiando por lo que evoluciona, el tiempo va pasando como en una película que ves en tercera persona.

Y como algo súbito, un golpe seco te lleva a otro sitio. Es... una playa? Si, parece ser una playa. Pero cual? Tu memoria no te deja acceder a la geolocalización de tus mapas. No importa. Es mar... u océano. En la orilla por fin un marco familiar. Un velero. Sonríes. Desde él alguien agita el brazo en el aire. Rubio, como un alemán. Herencia genética de otros que hace años que no están. Te sonríe y baja para reunirse antes contigo.

- Nos vamos.
- Para no volver?
- Tenemos que volver. Y lo sabes.
- Preferiría no saber.
- Tanta negatividad no es buena. Respira. Estamos en el mar.

Y si, es cierto, en alta mar. La mayor izada, y el viento volcando levemente el casco. El aire huele a libertad. Tienen olor los sueños? O mejor, tiene olor la libertad? - Piensas-.
Lo olvidas, no es momento de pensar. Te sientes bien, feliz. En paz y en casa. Le miras como si hiciera mil años que no le ves (tal vez lo hace). Mientras, te cuenta (como siempre) una de sus teorías sobre la vida, pero algo diferente:

- Es una jodienda esto de no poder decir "cuando seamos viejos". Quería hacerme viejo y que tu lo vieras. Pero las cosas son como son, no? Deberías estar aquí siempre, conmigo. Aunque eso no estaría bien, verdad? Quieres una frase antagónica y redicha? "La vida te está matando". Estúpido, cierto? Qué bonito es no ver el final del camino, y sólo tener que andar y que andar, sin tener hambre, ni sueño. Tenemos suerte, hace buen día. Será que estás de buen humor? La última vez llovía.

- Te echo de menos.

- Mira. Ves eso? Tuve que remendar a vela tras la tormenta. Lo cierto es que fue un día duro...

Al levantar la vista sol ciega tus ojos, te cubres con un brazo la cara, y cuando consigues ver algo, tienes ante ti el techo ahora sin luces, solo con el sol. Y un buenos días que llega en paralelo a ti.
Te giras.
Una sonrisa.
Levantas la cabeza. La habitación es un caos. Con la oscuridad de anoche, parecía todo menos sucio.
Dejas caer la cabeza y te estiras mientras dices : "buenos días"

- Has dormido bien?
De vuelta una sonrisa acompañada ahora por un beso.

- Me lo tomaré como un sí.


-- El tiempo viaja, suena a ciencia ficción, pero viajamos en el tiempo, todos los días. Un recuerdo de la infancia, nos transporta al pasado, un deseo te lanza directamente al futuro, y lo que es realmente difícil es mantenerse en el presente. Estar aquí… y ahora. --



Breath

19/8/10


Algunos días no respiro por miedo a dejarte sin aire. Son esos días normales, que pasan porque sí, sin efectividad al uso.
Otros, que quizás son un poco menos importantes, eres tu quien no respira por miedo a mover el aire y que las cartas se desmoronen tirando abajo el castillo.
Pero hay otros, y estos son los que realmente importan, nos quedamos sin aliento.



El Pescao - Castillo De Arena

-- Esta noche reivindicaremos nuestro derecho al delirio y a la utopía --



143

17/8/10


Magia por debajo de tus dedos.
Entropía inherente de mi estado por tu estatus.
Calles repletas de sonrisas torcidas bajo un rojo sol de mediodía.
Con viento bajo tus alas, y el batir de un pulso impulsado por cada nota.
Se transforma la opaca vida en transparente viento que nos degrada.
Mañana seguiremos pensando en el mañana, deseosos de verlo como un pasado ocurrido, y lamentando los errores que cometimos elucubrando como pudimos actuar para que no destrozaran un momento ahora hecho trizas.
Que solemne calumnia decir que la querías.
Verla desnuda bajo la piel de aquella serpiente y descubrir que siempre fue un roedor diminuto, blanco y débil.
Cuanta pena entre tanto escombro.
Un retorcido minuto que se atornilla al tiempo y se hace hora.
Cuanto más te cuentan las cosas más cuentos se inventan.
Para contentarte, para mantener cerrada tu mente y tu boca.
Ser feliz.
Hacerte feliz.
Sentirte feliz.
Detrás de los coches y debajo de las piedras.
En todas partes las cosas pasan igual.
Distinto dolor que expone un sufrimiento marcado con una diana dispuesto a sangrar por nada.
Sístole confusa que agarrota cada músculo.
Diástole oprimida que discrimina las gotas de sangre que no van envenenadas.
Un lugar convertido en panacea, un mundo inventado que nos llevó una vida construir y que alguien con un sólo soplido pudo derrumbar.
Mala casa de paja que no aguantó que el lobo la pretendiera.
Mala cosa fue sentarnos a contemplar la hazaña como si no fuera con nosotros.
Pero peor, fue el sentirnos asombrados cuando pasó exactamente lo que sabíamos que iba a pasar.


 
-- Saber lo que tenemos. Saber lo que necesitamos. Saber de lo que podemos prescindir. --