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Nothing left to lose

10/3/12





"… hoy, los cigarros son balas y tu guardas demasiados casquillos. Dejas que las palabras suenen lentas y pesadas, y te aplastan. La luz te molesta en los ojos, así que para que abrir las ventanas. Tu tono pálido empieza a camuflarte bien en las paredes blancas rotas por el amarillento del tabaco. Te sientes un poco menos vivo.
A ratos, te ves solo pero no te importa, a ratos, le das demasiada importancia a estar solo. Te dices a ti mismo que seguramente hay momentos peores, pero no los recuerdas. Puede que sea culpa tuya. No. Es culpa tuya. Es algo definitivo, tu eres el culpable. Miras el móvil esperando encontrar un mensaje, una llamada perdida, publicidad… lo que sea. Algo que vibre entre las ondas de silencio. Pero nada pasa. No cambia nada, nadie está acordándose de ti. El pensamiento fugaz de ser tu quien llame o escriba, es eso, algo fugaz que descartas. Mientras, entre tanta oscuridad y raíces de misantropía, empiezas a recordar y a hacer recuento de cada hora de tu vida a la que tu cerebro tiene acceso. Enhorabuena, has conseguido que tu día deprimente sea ahora un día de mierda. Después de darle vueltas a tu pasado y hacerlo jirones, solo algo que dices rompe la bruma de humo y ausencia. Una frase en tono susurro y ni siquiera es tuya:
"He sido feliz catorce días no consecutivos"
Te sonríe la fortuna. Hay gente que no ha tenido ni eso."






-- No tengo miedo a morir, tengo miedo del mañana. --



Capaz

13/11/11




A través de los cristales
donde el sueño hace frontera con la realidad
escondo los argumentos
infieles a sus ideales, 
cansados de esperar a las mañanas
vendidos al peor postor y anegados de tristeza.

Ya no quedan coches azules
ni caramelos de fresa.
Ya no habrán más cigarros a medias
ni charlas de ajustes armónicos.

Sólo estamos yo y tus circunstancias, 
las que se alejaron de la cama sin colchón
dejando mi cadáver medio vivo.

Te lo dije no hace mucho
que un día,
el día menos pensado, tal vez, 
el más deseado, quizás
dejaría de echarte de menos.

Me hago capaz, me arriesgo, te envido, me obligo.
Te evito, te rehuyo, te huyo, te excluyo y te apago.
No me rindo, me rindes. Y se acaba.

Hoy es el día en que apago las luces y cierro todas las puertas, 
Hoy, tapio las ventanas.
Lapido tumbas desiertas.
Te hago desaparecer.

Hoy, me reto.
Se acaba. Lo acabo.
Hoy, determino un final que ya estaba cantado, 
anunciado, vendido y regalado.

Capaz; de nunca, de jamás.
Capaz de desaparecerme, y hacer que no sepas de mi por mi boca
Por mis malos modales o mis buenas formas.
O la insistencia de un perro abandonado y muerto de hambre.
Capaz de omitir tu aroma en todos los aires de grandeza.
Capaz de decidir, que hoy:
Ahogo tu mundo, los recuerdos, los bálsamos de cuna.
Las manos escondidas, los besos huidizos y temblorosos.
Hoy… me reto.
Te acabo. Lo acabo. Nos finiquito.
Capaz de ser sin ti.
Y esto, si que si:
te lo prometo.





-- La felicidad. El lote completo del tirano que quise ser desde mi infancia. De modo que ser adulto era esto, tener un velocímetro que marca de 0 a 210, pero no ir nunca a más de 60. --