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28 de Junio

30/6/09



El 28 de Junio de 1969 la policía de Nueva York irrumpió el conocido pub Stonewall Inn, situado en la calle Christopher número 53, cerca de la plaza Sheridan, en el Greenwich village. No era algo fuera de lo común que hicieran redadas en ese bar, puesto que era sabido que era frecuentado por homosexuales. Cualquier excusa era buena para inspeccionar una noche si y otra también. Pero esa noche, no fué como las anteriores...

Ocho agentes de policía, siete de ellos de paisano, entraron en el bar con una orden de registro para investigar la venta ilegal de alcohol. La policía comenzó a interrogar a los clientes, solicitando su identificación. Muchos fueron escoltados hasta la calle, y algunos fueron incluso arrestados. La multitud en el exterior del bar comenzó a enfurecerse. Los abucheos a la policía se multiplicaron cuando los propietarios del bar fueron introducidos en la furgoneta policial. La chispa que transformó los abucheos en violencia fue un empujón hacia la misma furgoneta, propinado por un agente contra un joven travestido de 17 años. Éste respondió con un puñetazo, algo sorprendente pues la actitud de los detenidos homosexuales solía ser muy sumisa. La policía se abalanzó violentamente sobre el joven y la multitud intervino.
En pocos segundos la situación se volvió completamente caótica.
Pese a la brutalidad policial, que reducía mediante porras a los rebelados, los ataques de la multitud fueron implacables. Ésta creció rápidamente mientras la noticia de la rebelión se extendía por la ciudad. Los dueños y clientela de otros bares de la zona acudieron a los disturbios, y la policía se vio superada. Algunos agentes buscaron refugio dentro del bar. En ese momento, los rebelados bloquearon la entrada y algunos exaltados intentaron prender fuego al establecimiento.
 Mientras, en el exterior, los repetidos intentos policiales para dispersarla fracasaban uno tras otro. Cuatrocientos agentes de policía intentaban controlar a dos mil manifestantes. La multitud, demasiado numerosa, se volvía a formar a espaldas de los agentes que cargaban contra ella, mientras repetían la consigna “Gay power!” (¡Poder gay!). Algunas activistas transexuales y travestidos comenzaron a cantar el famoso “himno” de Stonewall:

We are the Stonewall Girls
We wear our hair in curls
We wear no underwear
We show our pubic hair
We wear our dungarees
Above our nelly knees

36 horas de lucha... y reyertas en días posteriores. 13 arrestos y un muerto.
Eso hizo falta para decir "basta" y dar un paso más hacia la libertad de elección.

Han pasado 40 años...
Y personalmente, si, me siento orgullosa. Y como dice la canción:

Si no te gusta mi cara ni mis formas, por las burlas que pueda soltarte, déjalas aparte, olvida la venganza apuntala en tu parte. ¿Sabes?, escuezo para que aprendas a rascarte…






-- Lo que sientes sólo te incumbe a ti. --



1 comentarios:

Ixabone dijo...

Yo tambien me siento orgullosa de ser como soy, y a kien no le guste que mire pa otra parte.
Di que si morena, viva el orgullo gay!!
besetes