Buscar



Said & Done

22/12/10


- Si, pero te ríes conmigo.
- Y tú conmigo.

Cierto es que de lo más importante, lo que mejor se nos da es lo más difícil. Ahora bien, lamento decirte dos cosas:

La primera: Por varios motivos, que vengo a relatar, no me bato en duelo al amanecer por nadie:
    El primero (y no por eso el más importante): Mi espada hace tiempo que ronda sin balas con las que matar.
    El segundo: Mi GPS no marca ninguno de los puntos adecuados para cualquier tipo de duelo o confrontación.
    El tercero: No lucho nunca por nadie que no sea capaz de luchar por sí mismo.
    El cuarto: Cualquier duelo es sólo forma estúpida de perder la razón y la vida.
    El quinto: Te quiero, pero me quiero más a mí.
    El sexto: La frase "mataré monstruos por ti" no es una frase cien por cien al uso... puesto que los monstruos, de haberlos, probablemente me asustarían... porque no soy Santi Balmes, que por lo visto es un tiarrón.
    El séptimo: De caballería... carezco, lo siento.
    El octavo: Pasajero es todo aquello que requiere una constante lucha para mantenerlo cerca. Y total, discutir pa que al final te largues... pues no renta, la verdad, no renta!
    El noveno: Tu batirias en duelo por mí?
    El décimo: Me da igual la respuesta a la anterior pregunta. No voy a cometer perjurio y a decir que pelearía por salvaguardar tu alma. Ni es mía ni la quiero poseer, así que, defiéndete tú, que ya tienes edad.
    El undécimo: Madrugar? Pa pelearse? Estamos locos? (este un motivo realmente importante)   

La segunda: Cualquiera de mis intenciones, bien estructuradas arriba, están sujetas a variaciones y alteraciones debidas a causas ajenas tales como psicosis aguda o trastorno múltiple de la personalidad o que de pronto tengas en tu poder una engrosada fortuna. Francamente no creo que pase, pero, existe un 0,00001% de probabilidad, así que bien está prevenir.

En otro orden de cosas, gracias.
Y creo que eso es todo.
Crees que necesitas que te lo explique?

Atte.
Yo

P.D: Ya te dije yo que no vendieras tu alma.


 
-- El tiempo lo tienes que aprovechar, las cosas no llegan solas,vas a estar mejor si haces algo para estar mejor. --



Frio

13/12/10


El frio hace invierno. Culpa de Perséfone que huye a los infiernos.
Nos deja con la mirada caída y un sinsabor en la memoria.
Cuanto verano hubo en el calor.
Voy a pedirle permiso al gris para suplantar a la primavera.
Y hacer renacer el polen para las abejas.
Se consumen los cigarrillos puestos en el cenicero
Y cuando nos queremos dar cuenta, la cama huele a filtro quemado.
Ni siquiera me he percatado de que la música se había callado.
Las copas han dejado de agitarse y de oxigenar el vino.
Los arboles huelen a cereza.
EL agua sigue sabiendo a metal.
Fidelidad cautiva de un pánico promiscuo que le teme a todo.
Cuando roza con las palmas de las manos un huracán en su mismo centro
Y los ojos se vuelven rojos y ensangrentados.
La vena de tu ira se hincha y explotan tus treinta y siete grados.
El aire se vuelve espeso y no se deja respirar.
Puedes leer en las paredes, bajo el papel pintado,
Que si me hablas, se para el mundo.
No te muevas porque me haces temblar.
No puedo mantener la mirada en ningún sitio y sobresalen todos mis nervios.
Me debilito. Hay demasiado invierno.
Hoy todo va un poco más lento.
Si no duermo tengo hambre, y si como, tengo sueño.
No puedo contarte un secreto, que es bien sabido que desconozco.
Pero puedo leerte un cuento. Si no, mira, dame tiempo y me lo invento.
Podemos hacer que sueñes. Que los sueños se peleen para que los tengas.
Dibujar con témpera una casa en una playa de orillas infinitas.
Mar con espuma roja y atardeceres blancos,
Con aire, pero sin brisa.
Que levante tu camisa y se entretenga en tu cintura.
Ayer no sé que fue de mi vida.
Para mañana no hay planteamiento. Improvisemos.
Pero entre tú y yo, el humo de este incendio canta que
Hoy el día amaneció, echándote de menos.





-- Una sonrisa por cada lágrima. --



La vie sans l'air

18/10/10

Descubrí hace algunos años que las palabras sufren de oxidación prematura.
Cuando las dejas salir de tu cabeza, cuando las perfilas con sonidos que recluta tu garganta y las liberas, el oxígeno las corrompe.
Un proceso anabólico convierte lo que era un pensamiento simple, en una frase compleja que titubea entre movimientos rápidos de manos y brazos.
No me sé explicar o tu no sabes escucharme?
Lo mismo es un medio camino entre medias tintas. Mientras creo que digo demasiado, tu sientes que digo poco sobre lo que tu quieres escuchar.
Así podemos pasarnos la vida. Discutiendo sobre cosas cosas que no quiero decirte y cosas que tu quieres que te diga.
Está claro que la comprensión es un juego al que no sabemos jugar.
Mientras bailas con la más fea, yo quemo contenedores al más puro estilo anárquico. Y pienso que menuda suerte tiene la tipa esa, no por ser fea, sino por bailar contigo. Pero claro, eso no te lo digo.
Y tu, me llamas para gritarme cosas que me duelen a mi, pero más a ti.
Pero eso, tampoco te lo digo.
Para luego disculparte entre palabras como "yo" y "tu".
Con el "tu" siempre detrás, porque es tu forma de darme collejas.
Diciendo sin decir que es culpa mía, pero que te culpas a ti.
Y te crees que me lo creo, porque es lo que yo pretendo que creas.
Lo que sea por no discutir.
Empezamos hablando a voces. Agudas a veces, con palabras graves que llegan al fondo de lo más profundo de cada gota sangre. Y se queman en las paredes de las venas.
Todo lo que dices, la forma en que lo dices, se queda aparcado en un huequito entre los ojos y las palmas de las manos.
Seguimos hablando en serio de cosas que suenan a broma; como aquella vez que viniste a buscarme a mi casa, pensando que me había muerto porque me llamaste 15 veces y no te cogí el móvil porque me lo había dejado en tu coche.
Al final te ríes por no llorar, porque a medida que tu te enfadas, a mi me entra esa risa nerviosa que te saca de quicio y hace que me des con la puerta en las narices.
Terminamos con monosílabos y "no tienes nada que decir?"
Después termina la tormenta con calma que dura días, a veces meses o años.
Y un buen día, o malo según lo mires, empezamos de nuevo la ronda cíclica de sucesos que nos llevan al mismo portal, diciendo las mismas cosas. Mientras pienso que no es ahí donde quiero estar y que no es ahí donde tu debes decidir sobre que hacer con tu vida.
Definitivamente, esa luz de la que hablas, sólo existe porque tu la miras.
Sin ti, sólo queda oscuridad, y la prueba la tienes en que siempre que no estás, acabo comiendo grava en cualquier carretera.
Pero… y aquí viene lo que no te digo y tu quieres oír, prefiero seguir a oscuras a que me ciegue la luz y que me defraude (o te defraude) lo que se ve bajo la claridad del día.
Créeme si te digo que lo siento, todo.
Pero nos hemos mareado dando vueltas una y otra vez sobre el mismo eje.
Y digamos lo que digamos sólo suena a verdad yerma y por necesidad.

Creo… que es hora de tirar llaves de puertas que no te llevan a ningún sitio.



-- Yo quería que fueras libre. --



Prin(cesas)

4/10/10


De princesas va la cosa.
De princesas de pelo largo y vestidos de fiesta que juegan a destrozar corazones.

Aunque lo mismo... lo mismo va de corazones que se desgarran y desvelan sus desnudas fibras al aleteo de unos parpados que confunden brújulas y estrellas.
Las vísceras no mienten; su forma, su reacción y las acciones que han prescrito no sólo hablan de su dureza sino de lo endebles que fuimos antes.
Ciegos necios de manos tristes y envejecidas que mueren al contacto de una piel distinta a la propia.

Mientras, un trovador con un sombrero de ala ancha, nos canta en manga corta nuestra desafinada historia que verso a verso se resta a menos leyenda.
Serás un cuento infantil, le dijo.
Cuando tus recuerdos toquen fondo, ahogarás tus penas en vodka barato y mujeres más baratas todavía.

Porque desde el pozo ha dejado de verse la salida. La noche ha camuflado la luz que te guiaba y ahora, tan sólo te resignas.
A ver pasar la nada de la mano de la vida mientras charla con el amor de un juego en el que no eres ni la princesa ni el villano.
No hay más sueños que cumplir si dejas de soñar.

Lástima jugárselo todo a un farol de besos y quedarte siendo sapo. Habiendo jugado hasta las cuencas de los ojos.

Tal vez otra oportunidad? Las princesas no repiten juego.
Están demasiado aburridas paseando por sus nobles jardines llenos de pobres súbditos enamorados de su vida.
Riendo a carcajadas mientras hablan del inepto que creía que podía tener un reino al lado de una reina siendo sólo un sapo que escribía versos a la luna.
Ni poetas ni hadas.
Ni cuentos ni veranos.
Sólo otoños de desnudos frívolos que se visten de primavera y se van marchitando hasta el invierno.
Como flores sin tierra.
Hielo que nunca se deshiela y agua que nunca hierve.
Celos que no son celos sino miedo.
Y miedos que son más cobardes que todas las lunas nuevas.
Para la princesa que no desgarra un corazón no existe la gloria eterna.

Y tú, vasallo, escondes tras cada achique de cabeza un minuto de reposo en el fondo del pozo que sin saberlo, tú mismo cavaste.
Como dicen, los sueños, sueños son. Y aunque lo callen, las princesas no son para los sapos, son para crueles villanos de armadura negra y negro escudo, y más negro corazón.
Quédate si quieres esperando el cuento.
Yo por si acaso, me resigno a trovador.





-- Tenía que encontrarme contigo. Esa era la señal. Me has salvado la vida. --



K-alma

26/9/10





Cuando varé el barco en la playa no recordaba que playa era ni como había llegado hasta allí, ni cuantos días habían pasado desde que decidí olvidarlo todo.

Pero me quedé allí, postré mi cuerpo en la arena por si acaso venias.
Al ir pasando los días y las horas con hambre, me convertí en pirata.
Bebí ron del bueno y canté a mujeres que no eras tú.
Llegaron las noches y sus mareas, y tú seguías sin venir.
He de confesarte, que en más de un minuto y de dos, pensé en darlo por perdido, el tiempo digo.
Sobre todo cuando se me paró el reloj.
Pero siempre quedaba más ron que no quería esperarte conmigo.
Seguí bebiendo hasta olvidar cuanto hacía que esperaba.
Hasta que llegado el momento me quedé sin voz de cantar, sin ron que beber y sin motivos para esperar.
Así que me fui, tal y como había llegado, creo.
Más naufrago que pirata, más hambriento que de costumbre y más borracho si cabe que la última vez que te vi, creo.
No sabría decirte cuantas noches pasaron hasta mi rendición, ni en que pensaba cuando te pensaba, ni en que estación los recuerdos se volvieron imposibles.
Tampoco sé, y esto si lo siento, cuando te maté mentalmente, cuando te convertí en un fantasma que cenaba ensalada y veía películas abrazándose al cojín de tienda sueca.
Y así como tampoco sabría donde comenzó mi locura.
Lo mismo en tu cintura, lo mismo, en mi corazón.
Sólo sé que fui bohemio sin ser artista y que hablé de ti con todas las olas que tocaron la arena.
A pesar de los pesares, no creo haber perdido el tiempo esperándote, aunque si bien ahora siento que lo pierdo al intentar hacerte entender, que esperar por nada en el fondo tiene sentido.
Porque después de cada noche llega un nuevo día, y al final, y solamente al final, entiendes que es mejor haber perdido esperando un imposible que soñando con él.




-- Porque conmigo siempre es así, empieza mal y termina peor. Nunca acierto cuando elijo un número. ¿Ha visto esos papeles pegajosos para atraer moscas en espiral? Pues yo soy igual, atraigo las historias cutres que pasan a mi lado. Creo que hay gente así, que son como un imán para aliviar a los demás. Nunca acierto cuando elijo un número. Todo lo que intento, todo lo que toco se convierte en una putada. --



Broken

20/9/10


Como el punto intermedio que nunca tuvo un principio y que por tanto no tendrá final.
Como perder el norte al sur de una intención confusa que se interpola entre oriente y occidente.
Eres bien recibido en tu física de decadencia lumínica. Te apagas.
Mientes cuando dices que las cosas no son como debieran.
Puede que no sean como esperabas, pero desde luego, son como deben ser.
Y detrás, las manos atrapando una nuca y un pellizco desde la base de la espalda hasta el punto más cálido de tu corazón.
Tocado y hundido.
Cuando sientes una sonrisa reptando por tus cicatrices, no hay heridas que valgan.
Es la libertad de un marinero, decidir morir en un océano más ancho que todos los mares.
De agua dulce.
Dulce como la hora en que decidiste que la parte más colorida de tu mundo iba a ser en blanco y negro.
No tan mala decisión si vas a quedarte a oscuras.
Si enciendes mis luces, abro tus ventanas.








-- ¿Por qué no me llevas a otro lugar? A un lugar al que yo no pertenezca y nos escondemos hasta mañana. --



Fuego y Hielo

10/9/10


Unos dicen que el mundo terminará en fuego,
otros dicen que en hielo.
Por lo que he gustado del deseo,
estoy con los partidarios del fuego.
Pero si tuviera que sucumbir dos veces,
creo saber bastante acerca del odio
como para decir que en la destrucción el hielo
también es poderoso
Y bastaría.


Robert Frost






-- La verdad no nos hace libres, Robin, puedo decirte que te quiero tantas veces como seas capaz de escucharlo pero eso tan solo nos recordará que con el amor no basta. --



Carlota

6/9/10

Carlota me ha dicho que la necesidad de ver más allá de lo que realmente ves cuando miras es lo que hace que la inquietud y la deseperación te lleven al caos.

Algo confusa debo reconocer que en algún punto de esa frase, tiene razón.

Realmente, me ha dicho muchas otras cosas.

Cosas poco importantes que no recuerdo. 


-- Te aseguro que te quiero como en la canción. --



Come true?

28/8/10


Duermes, con la cabeza reclinada sobre sus brazos. Con la luz de la calle filtrándose rendija a rendija por la ventana y reflejándose en el techo. No hay tictac digital, pero el tiempo sigue su curso. Y respiras, al ritmo de su respiración, flojo, por debajo de sus exhalaciones. Para adormecerte. Para convencerte. No hay un lugar mejor al que tú te fueras, y no tienes hogar al que regresar. La habitación tiene el aire encapsulado, cálido y húmedo, que rebaña las paredes. Una mezcla de olores difusos hablan de los inicios y de los finales, pero omiten el intermedio y los preliminares. Un latido? Si, sonó un latido, guardas tanto silencio que escuchas la sangre que recorre tus arterias. Te concentras en el aire que pasea en tus pulmones, intentas controlarlo. Pero inmóvil, permaneces centrándote en lo que debes, su respiración. Los parpados empiezan a pesar. Se habrá dormido ya? Cuentas la profundidad de cada aspiración y te metes en la paz que sobresale de su cuerpo. Cierras los ojos un segundo. Inmediatamente los abres, y lentamente, vas dibujando el esbozo que tienes del techo. Luces de coches que se pasean, las farolas, los semáforos... Los ojos vuelven a caer. Esta vez permanecen quietos. Cerrados.
Te ves en un croma blanco, que se dibuja. Es un sueño. A carbón. Tus recuerdos dibujan un lugar conocido, que no puedes reconocer. Alguien grita tu nombre. Respondes a la voz aunque no le pones cara. A lo lejos, alguien corre hacia ti. Fuerzas la vista para aclarar la imagen. Mientras el carbón se convierte en una calle, con su gente, sin cara ni voz, que pasan a tu lado, con su vida, con sus cosas. Vuelven a gritar tu nombre, y está vez más cercana, la voz suelta una carcajada. Y pese a no saber quién es, te inspira confianza.

- Siento llegar tarde.
- No pasa nada. - De repente, estás en un núcleo que no es tuyo pero que sabes cómo seguir.

Tu y la voz seguís hablando por un rato, de nada, de absolutamente nada. Pero el paisaje va cambiando por lo que evoluciona, el tiempo va pasando como en una película que ves en tercera persona.

Y como algo súbito, un golpe seco te lleva a otro sitio. Es... una playa? Si, parece ser una playa. Pero cual? Tu memoria no te deja acceder a la geolocalización de tus mapas. No importa. Es mar... u océano. En la orilla por fin un marco familiar. Un velero. Sonríes. Desde él alguien agita el brazo en el aire. Rubio, como un alemán. Herencia genética de otros que hace años que no están. Te sonríe y baja para reunirse antes contigo.

- Nos vamos.
- Para no volver?
- Tenemos que volver. Y lo sabes.
- Preferiría no saber.
- Tanta negatividad no es buena. Respira. Estamos en el mar.

Y si, es cierto, en alta mar. La mayor izada, y el viento volcando levemente el casco. El aire huele a libertad. Tienen olor los sueños? O mejor, tiene olor la libertad? - Piensas-.
Lo olvidas, no es momento de pensar. Te sientes bien, feliz. En paz y en casa. Le miras como si hiciera mil años que no le ves (tal vez lo hace). Mientras, te cuenta (como siempre) una de sus teorías sobre la vida, pero algo diferente:

- Es una jodienda esto de no poder decir "cuando seamos viejos". Quería hacerme viejo y que tu lo vieras. Pero las cosas son como son, no? Deberías estar aquí siempre, conmigo. Aunque eso no estaría bien, verdad? Quieres una frase antagónica y redicha? "La vida te está matando". Estúpido, cierto? Qué bonito es no ver el final del camino, y sólo tener que andar y que andar, sin tener hambre, ni sueño. Tenemos suerte, hace buen día. Será que estás de buen humor? La última vez llovía.

- Te echo de menos.

- Mira. Ves eso? Tuve que remendar a vela tras la tormenta. Lo cierto es que fue un día duro...

Al levantar la vista sol ciega tus ojos, te cubres con un brazo la cara, y cuando consigues ver algo, tienes ante ti el techo ahora sin luces, solo con el sol. Y un buenos días que llega en paralelo a ti.
Te giras.
Una sonrisa.
Levantas la cabeza. La habitación es un caos. Con la oscuridad de anoche, parecía todo menos sucio.
Dejas caer la cabeza y te estiras mientras dices : "buenos días"

- Has dormido bien?
De vuelta una sonrisa acompañada ahora por un beso.

- Me lo tomaré como un sí.


-- El tiempo viaja, suena a ciencia ficción, pero viajamos en el tiempo, todos los días. Un recuerdo de la infancia, nos transporta al pasado, un deseo te lanza directamente al futuro, y lo que es realmente difícil es mantenerse en el presente. Estar aquí… y ahora. --



Breath

19/8/10


Algunos días no respiro por miedo a dejarte sin aire. Son esos días normales, que pasan porque sí, sin efectividad al uso.
Otros, que quizás son un poco menos importantes, eres tu quien no respira por miedo a mover el aire y que las cartas se desmoronen tirando abajo el castillo.
Pero hay otros, y estos son los que realmente importan, nos quedamos sin aliento.



El Pescao - Castillo De Arena

-- Esta noche reivindicaremos nuestro derecho al delirio y a la utopía --



143

17/8/10


Magia por debajo de tus dedos.
Entropía inherente de mi estado por tu estatus.
Calles repletas de sonrisas torcidas bajo un rojo sol de mediodía.
Con viento bajo tus alas, y el batir de un pulso impulsado por cada nota.
Se transforma la opaca vida en transparente viento que nos degrada.
Mañana seguiremos pensando en el mañana, deseosos de verlo como un pasado ocurrido, y lamentando los errores que cometimos elucubrando como pudimos actuar para que no destrozaran un momento ahora hecho trizas.
Que solemne calumnia decir que la querías.
Verla desnuda bajo la piel de aquella serpiente y descubrir que siempre fue un roedor diminuto, blanco y débil.
Cuanta pena entre tanto escombro.
Un retorcido minuto que se atornilla al tiempo y se hace hora.
Cuanto más te cuentan las cosas más cuentos se inventan.
Para contentarte, para mantener cerrada tu mente y tu boca.
Ser feliz.
Hacerte feliz.
Sentirte feliz.
Detrás de los coches y debajo de las piedras.
En todas partes las cosas pasan igual.
Distinto dolor que expone un sufrimiento marcado con una diana dispuesto a sangrar por nada.
Sístole confusa que agarrota cada músculo.
Diástole oprimida que discrimina las gotas de sangre que no van envenenadas.
Un lugar convertido en panacea, un mundo inventado que nos llevó una vida construir y que alguien con un sólo soplido pudo derrumbar.
Mala casa de paja que no aguantó que el lobo la pretendiera.
Mala cosa fue sentarnos a contemplar la hazaña como si no fuera con nosotros.
Pero peor, fue el sentirnos asombrados cuando pasó exactamente lo que sabíamos que iba a pasar.


 
-- Saber lo que tenemos. Saber lo que necesitamos. Saber de lo que podemos prescindir. --



Envidia

27/7/10

Por tener lo que debería ser mio.



-- Si una fuerza prematura se lleva en ti una parte de mi alma... qué hago yo que soy la otra, la menos amada y que no entera sobrevive... --



Gravedad

10/7/10

Ven. Te echo de menos. Desde las tripas al corazón.



-- Supongo que Si tengo una pasión Inconfesable: quiero saber lo que se experimenta al sentir tanta pasión por algo... La mayoría de la gente anhela algo tan extraordinario, algo tan estimulante que arriesgan todo por ese deseo, muy pocos harían algo, es muy fuerte y enajenante estar junto a alguien tan lleno de vida... Hay demasiadas ideas, cosas y gente...demasiadas direcciones que tomar, empiezo a pensar que la razón por la que es tan importante apasionarse por algo, es que de esa forma se esculpe al mundo a un tamaño más asequible...-- 
-- Uno es lo que ama, no lo que te ama. --



FlashFoward

4/7/10

- Sabes lo único que he aprendido? Que lo más insignificante siempre es lo más necesario. El dinero, el poder, la posición, quien eres... Todo eso no vale nada. Al final, la indiscriminada muerte viene y no puedes comprar tiempo, ni que tu nombre te ponga en otro lugar de la cola, ni que te abran las puertas del cielo - si es que existe -.
Te pasas la vida esforzándote por conseguir una vida mejor, pero al final, tú, yo y el mendigo de St. Denis, tenemos las horas decididas.
Acabaremos a la par en lugares paralelos.
La vida no vale tanto como para trabajarla siempre.
Siento que he malgastado mi tiempo.
Me preocupaba tanto ser mejor que otros que no me di cuenta que no era necesario. Eché de menos a mi mujer y no se lo dije. Desee ser libre, libre de ella y de mis hijos. Y desee que ella lo fuera porque sentía que lo que hacía, todo lo que hacía, no valía ni una sola de las veces que ella se acostó sin mí. Incluso estando conmigo.
El día que nos casamos, la miraba como si no hubiese final en su pelo. Con sus rizos rubios y el mar atrapado en sus ojos.
Mientras la miraba me prometí que nunca haría nada que pudiera herirla, que trabajaría siempre para que ni un sólo minuto de su vida fuese infeliz o desdichada.
Creía que eso era lo que tenía que hacer.
Pero se me olvidó que ella no era un trabajo, una cita o una obligación.
Ella paso de deseo a voluntad, y de voluntad a ser el núcleo de la vida que quería llevar y no tenía por falta de tiempo.
Conseguí todo lo que quería tener, para mí y para ella, todo lo que ves y que un día será tuyo. Todo lo que me enseñaron los golpes que ahora tu sabes cómo esquivar.
Debes ser mejor que yo, quiero que tengas lo que nadie antes que tú ha tenido.
Pero la parte de mí que se muere de ausencia sin ella te pide, te implora, que por dios seas feliz. Y no importa lo demás, porque lo demás nunca será tan importante como la felicidad que te lleves cuando te vayas.
Sé buena persona, respeta a los demás y se libre, siempre. No te dejes llevar por la codicia o la ira. No creas en los altibajos emocionales, ni a la gente que es encantadora con todo el mundo.
Te engañarán. Tienes que tener en cuenta eso. Si lo asumes, dolerá lo mismo, pero curará antes.
Vive respetando a los demás pero ante todo, a ti misma.
Aprende a tener miedo, porque alguien que no teme nada es alguien que no ama nada. Y debes amar.
Olvida lo que ha pasado, lo que te hemos hecho, duerme y sueña.
Enamórate, sigue siendo así rebelde e indisciplinada.
Sigue viva.
Ten ideales.
No todo será dinero, no trabajes tanto.
Y no me mires así.
Sé que no hemos hablado en mucho tiempo, pero aunque tu creas que te he jodido la vida - como decís los jóvenes - te he volcado lo que soy, eres como yo, pero serás mejor. Porque has visto lo que no debes hacer, porque no cometerás los mismos errores. Porque naciste por un motivo que aún tienes que averiguar. Y te aseguro, que no es llevar una empresa o ceñirte a un horario. Eres mejor que todo eso. Tienes algo que todo el mundo ve, menos tú. Y no te lo digo porque seas la hija de mi hijo. Te lo digo porque lo sé. Porque te miro y veo acumulada toda la fuerza comprimida en un parpadeo. Que nadie te quite eso. Nunca.
No será fácil, no te lo pondrán fácil pero merecerá la pena el esfuerzo.
Y tienes que saber que de pena también se muere.
Y de ausencia.

- ...

- Y deberías dejar de fumar.


Montmartre, finales de Julio '09





-- Tápate los oídos, fuerte, fuerte, fuerte, más fuerte todavía... ¿oyes lo mucho que te quiero? --



Nature

3/7/10


Respira, y persigue el aire de tus pulmones.
Piensa en frio con toda la sinceridad que escondes bajo el oscuro de tus ojos. Y sigue el recorrido de cada molécula.
Siente la libertad perturbada de escuchar a tus pulmones devorando oxigeno, nutriendo la sangre que bombea tu corazón y te da vida.
Vuelca cada segundo en sentir como tu cerebro te lleva.
Con los ojos cerrados, recorre el pasillo oscuro que te lleva de fuera... a dentro de ti.
Conoce tu reacción, abominable y terrible, ante el odio y la desidia.
Vuélvete mortal, y muere.
Y después renace, en tu piel vestida de tinta indeleble y translucida. Tu piel escrita con tu propio camino a las estrellas.
Conviértete en titán de tus propios juegos y déjate llevar por la voz de mil sirenas.
Aunque en el fondo sepas, que sólo vas buscando a una. La que hará que todo se vuelva limpio y puro. Incluso tú mismo.
La que al cantar destape cada enigma y descifre todos los acertijos.
Deja de luchar contra ti, para luchar contigo.
Y disfruta.
De todos los besos robados que hacen más ameno el camino. De las canciones que escuchas a solas porque sólo son tuyas. De los sentimientos dibujados y proscritos, como el miedo.
Duerme con todas las sombras que quieras que te acompañen, dibuja en todas las camas que tengan sabanas que no te pertenecen y después deja un recuerdo en ellas.
Háblale. Pero sólo para decirle la verdad.
Para que entienda que tu abismo empieza donde acaban las comisuras de sus labios.
Para que vea que el mar es tan profundo como hondo quieras tu llegar.
Que el mejor sabor es siempre el que menos dura, y que así tiene que ser.
Tararea esas canciones discordantes con notas sin respuesta y letras asonantes.
Pinta una vida. Involúcrate en algo que sea de otros como si fuera tuyo, y después aléjate para verlo con perspectiva.
Forma parte del micro universo que se crea entre el minuto de ahora y el minuto siguiente.
Y agradece el formar parte de ello.
Tus guerras siempre serán tuyas y tendrás tus armas bien aferradas a las manos.
Hasta que el dolor sea tangible, hasta que la sangre sepa a hierro y atore tu garganta.
Siente felicidad o tristeza.
Pero siente algo.
Sino... simplemente serás un mortal muerto.
Y nunca llegarás a titán.




-- El cielo está lejos, pero el infierno no tanto. --



Decálogo de la serenidad

28/6/10

 

1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.

2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mi mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no solo en el otro mundo, sino en éste también.

4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.

5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades : la prisa y la indecisión.

9. Sólo por hoy creeré firmemente – aunque las circunstancias demuestren lo contrario – que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.

10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

Puedo hacer bien durante doce horas lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.

Juan XXIII


-- Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. --



Tú, que hieres...

13/6/10



Arrebatadamente te persigo.
Arrebatadamente, desgarrando
mi soledad mortal, te voy llamando
a golpes de silencio. Ven, te digo


como un muerto furioso. Ven. Conmigo
has de morir. Contigo estoy creando
mi eternidad. (De qué. De quién). De cuando
arrebatadamente esté contigo.

Y sigo, muerto, en pie. Pero te llamo
a golpes de agonía. Ven. No quieres.
Y sigo, muerto, en pie. Pero te amo


a besos de ansiedad y de agonía.
No quieres. Tú, que vives. Tú, que hieres
arrebatadamente el ansia mía.

Blas de Otero




-- ¿Esto es todo?, ¿matar el tiempo antes de que el tiempo te mate a ti?, ¿esto es todo? --



Beatriz Luengo Y Yadam

9/6/10


Conciertos en Madrid,

Jueves 10 de junio a las 22:40

Beatriz Luengo

Y Yadam

En el Teatro Alcázar de Madrid
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam
Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam Anónimos Beatriz Luengo y Yadam