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A mi...

13/10/09


Si de mi dependiera todas las noches serían en blanco, vestirían de albino las calles, y las estrellas harían un negativo en cielo. Si estuviera en mi mano, la espuma sería azul y el mar sería blanco. El cielo del mediodía amarillo y el sol azul. Las flores verdes, y las hojas de colores.


Si yo pudiera decidir, el mundo sería invertido, las cosas que son no serían, las que podrían ser no llegarían jamás. Todo sería abstracto y minimalista, con un viento dormido que silbaría lento y suave para no despertar.


Pero no depende de mí, y como no puedo hacer nada, me amoldo a las circunstancias, al entorno, a las paredes grises y los fluorescentes blancos.
Me adapto al frío en invierno y al calor en verano. Me adapto porque si no lo hago, me muero.


Me aturulla la simpleza de las causas, no poder cambiar nada, y ser sólo espectadora de mi propia vida. Una vida, que ni me gusta ni me disgusta, sólo pasa. Pasa y pesa. Cada día más.


Y de vez en cuando te regala un poco de color, para mantenerte contento y engañado, le añade banda sonora al día y tu sonrisa al fondo de cualquier sala. Es entonces cuando me confío pensando que tal vez si puedo cambiar las cosas. Pero no es más que un percepción irreal como cualquier otra de esas en las que me voy cuando quiera y cuando quiera te olvido. Pero te olvido todos los días. Por lo que se que algo no funciona. Y vuelvo a ser consciente de que ni cambio ni me cambian. Que los días siguen siendo azules y las noches negras. Tú no duermes conmigo. Y el mundo es un lugar denostado que no encuentra su propia verdad.


Ni soy contigo.
Ni estás conmigo.


Y no sé si podré acostumbrarme a quedarme esperando a que el tiempo te ponga en mi camino.


Con la paciencia bajo mínimos.




-- No sé si sentirme celosa o liberada (je!) --



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